En estos tiempos de austeridad,
nos limitamos ahora,no sólo a la calidad de vida que un gobierno nos pueda ofrecer,
sino que también, esta recesión ha llegado a los sentimientos, ha llegado a la casa de los cronistas enamorados...
-En mis tiempos, no se firmaba un papel. Tan solo mi palabra bastaba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario