lunes, 27 de junio de 2011

Mientras tú dormías, alguien más soñaba…



Es la noche más fresca del verano, las luces de aquel parque son pequeños soles invitados a la apertura del parque en el que ella recupera la cabeza de sus pensamientos; alrededor la vida nocturna continúa entre cervezas quemadas y comida que al día siguiente traerá indigestión. Es la capital de los pecados que son rotos mientras miran el esplendor de los ajenos al placer:

Es justo en el centro, pasando la fuente de los lobos que han decidido ser estatuas para nunca perder detalle del encuentro del fulgor…

El es la cabeza, y ella el corazón. Descansa sobre la banca contemplándola sobre sus piernas, pero no es una escena de acuerdo a ese alrededor, es el tierno beso de las hojas bailando suavemente mientras la mirada de él penetra en el alma de aquella mujer contemplando en aquellos ojos el jardín del edén.