El adjetivo para definirte no fue escogido por el azar, de hecho soy
quien considera que todo ha sido maquetado previamente en una sala de crisis.
Tu nombre del latín somnus, te ha quedado a la perfección, desde el pasado en el que te nombraba como tal a tanta dicha y luz desbordada en tu aura, a este futuro ingrato que nos alcanzó, y ahora solo te encuentro en los repliegues de mi glándula pineal.
Tu nombre del latín somnus, te ha quedado a la perfección, desde el pasado en el que te nombraba como tal a tanta dicha y luz desbordada en tu aura, a este futuro ingrato que nos alcanzó, y ahora solo te encuentro en los repliegues de mi glándula pineal.
1 comentario:
Publicar un comentario