jueves, 24 de noviembre de 2011

Fotos de un hombre del pasado

Un pueblo fantasma: Los parques que anteriormente guardaban risas, han pasado al museo que reúne en su colección todos los sonidos de la ciudad antes de “la era autocrática” (cómo así le han denominado sus habitantes).
La audioteca alberga sonidos desde las consignas de las manifestaciones que hace años eran permitidas exigiendo igualdad y respeto, o el grito de los amantes que toman dos cuerpos para convertirse en uno, hasta palabras cotidianas (que dejaron de resonar pues han olvidado como pronunciarlas): JUSTICIA… LIBERTAD…

El toque de queda en la ciudad por la ola de desigualdad y violencia en el país, provocó que los ciudadanos ya no reconocieran la puesta de un atardecer, el magnetismo de la tierra o el cielo, la tarde con la lluvia que retomaba la niñez de cualquier avejentado, o la alegría que resultaba al transitar por la ciudad que en el ayer los abrazaba con el derecho a sonreír.

El color de su piel se ha vuelto verde, pues los brazos que levantaban los puños para exigir un gobierno que respetara sus garantías individuales, se tornaron agrietadas al paso de los años por la falta de uso.
El dictador del “Nuevo Gobierno Único” no fue elegido por casualidad. En realidad lo común y cotidiano de las mismas elecciones de hace 11 años, así como el abandono de creer en un cambio, provocó el apoderamiento de un lugar que antes era digno.

Las notas en los periódicos (censurados también), hablaban de las nuevas elecciones que estaban a pocos días de distancia, pero para nadie era esperanzador pues sabían quién volvería a tomar el poder por 70 años más.

En medio de las calles apareció un hombre, era el único sobre la plancha de cemento; tomó ese periódico que no tenía más que mensajes del “Nuevo Gobierno Único”, él, lucía diferente a los demás, parecía aun alegre y ajeno a esa realidad que había obligado a todos a dejar de soñar.

Desconcertados varios vecinos miraban con miedo ese intruso que parecía venir de otros tiempos. El foráneo tomaba varias fotos, recolectó ejemplares de ese día y semanas pasadas del periódico, llevaba suficientes pruebas de ese terrible lugar para demostrar en el tiempo del que vino, la gravedad de menospreciar lo idiota que es el hombre racional.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Intenso, gracias