sábado, 4 de septiembre de 2010
Al gato que espera sentado
La terrible costumbre por esperar las buenas noticias de noche, provoca una vigilia muy grave, pues el amor es incurable…
Mientras mira por su ventana en espera del sueño que de tregua a la incertidumbre por si seguirá soñando con él o en su despertar encuentre otra vez la pena (como todas las mañanas) de saberlo lejos y en pie de otra ventana; la hace suplicar por seguir sentada esperando que su sueño sea muy largo, o su despertar demore más de lo planeado…
Pese al gran sueño que tiene, su espera dura noches…
y...
¡esta vez espera que no desaparezca!
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