lunes, 15 de junio de 2009

Ahí yace el amor


Mi interminable búsqueda por aquello que alguna vez sentí,
No concluye con la conformidad del pobre sentimiento
Que ahora se alberga en los cajones del escritorio que hace mucho creaban ideas,
Pero ahora el polvo se limita a contemplar lo establecido por el injusto tiempo
Y el injusto amor…

El temor ahora es más intenso, por el hábito que ha creado,
Y la pérdida de memoria por saber del sabor que genera el más mínimo roce tuyo,
O él aroma impregnado de tu risa, tus manías y hasta tu sexo en mi piel.

¡No quiero guardarte! O abandonar la alegría que siempre me compartías
Cada que te pensaba o citaba tu fugaz nombre:

-¡F E L I C I D A D!

Pero ahora el destino no se detiene,
Y pesa más paradójicamente que la fuerza de la unión
Yendo a toda prisa, donde no mando ni gobierno
Pues corre por ahuyentarte y guardarte donde empecé…
En el vago recuerdo de un sentimiento,
Que ni si quiera puedo pronunciar su maldito nombre
O sentir su vital ser…